Desde hace algunos años, la tecnología se ha unido a la ciencia permitiendo mayores servicios y beneficios a la sociedad. Un ejemplo de esta unión es la aplicada en un medio de transporte: el avión.
Los aviones son un medio de transporte que actualmente es el más rápido para desplazarse más rápido entre grandes distancias. Se podría decir que la historia del avión, o más precisamente de la aviación, comienza como tal desde la edad media con la creación del primer aparato volador por el andalusí Abás Ibn Firnas, o más adelante, hacia el 1500, con los estudios de Leonardo Da Vinci.
El avión mezcla en sí el Principio de Bernoulli, y a la vez es posible experimentar en él otros principios de la ciencia, como al fuerza de gravedad y el principio de inercia.
A todo esto se le agrega la tecnología, tanto de los materiales que se utilizan para su construcción, como el sistema electrónico que permite la comunicación, seguridad y el movimiento del avión. Por lo tanto, vemos cómo la tecnología, unida a la ciencia, generan objetos y servicios que hacen de la vida del hombre cada vez más fácil.