Suele criticarse actualmente que todos los avances tecnológicos son perjudiciales para el desarrollo escolar de los niños, especialmente lo que respecta a los hábitos de lectura y responsabilidad en las tareas solicitadas en la escuela. Sin embargo, hoy en día, la tecnología no solo está dedicada a brindar entretención por entretención a los estudiantes, sino que hace más fácil sus tareas utilizando medios que actualmente ocupan en su diario vivir.
Actualmente se encuentran disponibles los audiolibros, un sistema que permite leer los clásicos solicitados en la escuela a través de aparatos como el MP3 o el Ipod, objetos que los niños utilizan frecuentemente y que son muy atractivos para ellos.
La idea, claro está, no es reemplazar la lectura por el escuchar lo que se debiese leer, sin embargo, permite motivar a los estudiantes al utilizar sus propios medios tecnológicos para acercarlos a la tarea de leer clásicos.
La disponibilidad es amplia mediante Internet, múltiples sitios web ofrecen esta novedad, encontrándose incluso algunos ejemplares de descarga gratuita.
Ahora bien, no basta solo con utilizar estos medios para acercarse a la lectura, sino que hay que hacer un trabajo didáctico que permita compatibilizar el acercamiento tradicional a los clásicos de la literatura y utilizar esta tecnología para motivarlos como para desarrollar la comprensión auditiva.
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